Durante los días 25 y 26 de Septiembre se ha celebrado en la Ciudad de Torrevieja el III Encuentro de Ciudades para la Seguridad Vial y la Movilidad Sostenible, organizado por la Dirección General de Tráfico. A dicho evento han asistido por parte del Ayuntamiento, el Concejal de Obras y Servicios y el Jefe de la Policía Local de El Casar
Las ponencias desarrolladas iban desde la Estrategia integral para el desarrollo urbano inteligente y sostenible, pasando por el Ciudadano como generador de Seguridad Vial, Formación, Educación y Disciplina Vial. Es decir de una manera transversal, alcanzando desde la DGT, a las políticas Municipales de orden urbanístico y movilidad, como a las empresas del automóvil hasta los ciudadanos como usuarios de las vías en sus distintas modalidades.
La tendencia actual es la de dar un protagonismo mayor al peatón y a las bicicletas en detrimento del vehículo a motor. Se trata de realizar ciudades y pueblos seguros, sin barreras que hagan posible la movilidad de todos los usuarios conviviendo cada uno desde el respeto al otro.
Los planes de Movilidad Urbana Segura y Sostenible tienen que mantener el foco en la protección a los colectivos más vulnerables, que son los niños, las personas discapacitadas y ancianos.
El ciudadano concienciado, educado y formado constituye un verdadero agente generador activo de seguridad vial, además de ir exigiendo una transformación de las ciudades y pueblos. Se debe fomentar la educación vial desde infantil hasta secundaria, concienciando a los más pequeños que forman parte ya como usuario de las vías donde vive, ya sea como peatón, ciclista u ocupante de un vehículo.
Desde la DGT se han recogido dichas inquietudes en esta línea y en los próximos meses verá la luz el nuevo Reglamento de Circulación, cuya tendencia es reducir las velocidades en zonas urbanas, lo conocido como 20-30, es decir según el tipo de vía reducir la velocidad a 20 Km/h y a 30 Km/h.
La DGT ha elaborado un catálogo de los 8.118 municipios Españoles con las fichas de cada uno indicando todo tipo de datos tales como censo de conductores, siniestralidad, parque de vehículos, etc., para que puedan ser consultados a la hora de poder confeccionar y diseñar planes de movilidad.
Según los datos estadísticos aportados por la DGT de siniestralidad en España durante el año 2013, vuelve a demostrar el especial cuidado y protección hacia el colectivo más vulnerable y para que sirva como toque de atención, a continuación se indican algunos datos que reflejan una realidad de la cual nadie está libre de ser incluido.
Los fallecidos en vías urbanas han descendido respecto de 2012 un 2% en España.
Los usuarios de bicicletas se vieron implicados en 5.835 accidentes en los que fallecieron 69 ciclistas.
El 22% de los fallecidos de usuarios de coches y furgonetas no utilizaban el cinturón de seguridad.
El 14% de los usuarios de motocicletas fallecidos en vías urbanas no utilizaban casco.
Durante 2013 fallecieron en vías urbanas 15 niños, de estos 13 eran peatones.
Y así podríamos seguir dato tras dato, pero detrás de cada dato hay una persona, de ahí que la seguridad vial empieza por uno mismo, utilizando con seguridad y responsabilidad las zonas y vías reservadas para cada usuario y el factor educación y ejemplo, los padres deben dar ejemplo poniéndose el cinturón de seguridad nada más montarse en el vehículo y llevar los sistemas de retención apropiados para sus hijos.
De ahí que desde la DGT se planteen para el 2020 como meta, Cero niños fallecidos sin sistema de retención infantil, reducir un 30% los fallecimientos por atropellos, Cero fallecidos en turismos en zona urbana por ejemplo.
Por lo tanto hay que buscar alternativas al diseño vial actual, adecuando las calles al peatón, que vuelva a ser el que disfrute y ocupe las calles, es decir políticas urbanísticas de peatonalización, fomentar el uso responsable de las bicicletas, renovar el parque automovilístico actual con más de 10 años de antigüedad para reducir la contaminación, fomentar el transporte público y los vehículos eléctricos cuyas emisiones son cero a la atmosfera. Y sobre todo educar y formar vialmente a los ciudadanos.
Como se puede observar, se trata de tomar unas decisiones de gran calado social, urbanístico, económico y político, hay que conjugar los intereses de todos aun sabiendo que nunca se contentará a todas las partes, pero teniendo un claro objetivo: una movilidad segura y sostenible.
