Con motivo de la conmemoración el 25 de noviembre del Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, se llevó a cabo un amplio programa de actividades con inclusión de diversas charlas a cargo de personas especializadas en el Centro Municipal de Actividades, en el Centro Joven, en el colegio Maestros del Casar y en la Biblioteca Municipal.
Ayer sábado, 25 de noviembre, la concejala de Cultura, Yolanda Ramírez, leyó el manifiesto en la Plaza de la Constitución delante de un despliegue de pancartas de las diferentes asociaciones del municipio y con presencia de las autoridades de los pueblos del VIII Fuero de Talamanca y cientos de vecinos del municipio. “La violencia de género no puede ser tolerada ni ignorada. Todos tenemos un papel que desempeñar en la construcción de un mundo donde las mujeres vivan libres de miedo y violencia”.
Tras la lectura del manifiesto, la concejal de Educación, Marta Abádez, leyó los nombres de las 53 víctimas de la violencia de género en lo que va de año. El acto finalizó con un minuto de silencio en memoria de las mujeres fallecidas como consecuencia de la violencia de género.
Tanto el Ayuntamiento como las asociaciones del municipio se han volcado un año más en realizar actividades para concienciar a la población y hacer una llamada a la acción colectiva para eliminar esta lacra que cada día nos afecta más.
La violencia contra las mujeres adopta diversas formas, desde el abuso físico y sexual hasta la violencia psicológica y económica. No respeta fronteras geográficas, culturales o socioeconómicas, afectando a mujeres de todas las edades, razas y clases sociales. En muchos casos, la discriminación y las desigualdades de género alimentan y perpetúan este fenómeno.
Aunque se han logrado avances en la concienciación y en la implementación de leyes para combatir la violencia de género, los desafíos persisten. La falta de denuncias, la impunidad de los perpetradores y la estigmatización social siguen siendo barreras significativas. Además, factores como la discriminación basada en la orientación sexual, la identidad de género y la raza complican aún más la lucha contra la violencia de género.
La educación desempeña un papel crucial en la prevención de la violencia de género. Es esencial fomentar una cultura de respeto, igualdad y consentimiento desde una edad temprana. La sensibilización pública sobre los derechos de las mujeres y los recursos disponibles para las víctimas también es fundamental para romper el silencio que rodea a esta problemática. Al unirnos en este esfuerzo colectivo, podemos crear un impacto significativo y trabajar hacia la eliminación de la violencia contra la mujer en todas sus formas.
