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El pregón y el lanzamiento del chupinazo en la Plaza del Ayuntamiento a cargo del director general de Nuevas Tecnologías del Gobierno de Castilla-La Mancha, Daniel Martínez Batanero, amenizado por la charanga “La Pikara”, ha abierto oficialmente los días de fiestas en El Casar, en homenaje a su patrona la Virgen de la Antigua.
En la plaza, peñistas, diversión, desenfreno y alegría por doquier. Cientos de personas se congregaban este viernes noche y aplaudían, brindaban y lanzaban los ¡viva! de rigor por El Casar, por su Patrona y por España. Las peñas con sus peñistas vestidos con sus camisetas y señas identificativas, aplaudían y disfrutaban, como siempre, al son de la música.
Mientras, en el balcón del Ayuntamiento, el pregonero, vestido para la ocasión de blanco y pañuelo al cuello, y acompañado del alcalde, Pablo Sanz, y otros miembros de la Corporación, ponía en marcha el inicio de fiestas con evidente emoción.
Tras un pregón claramente evocador, brillante, costumbrista, rítmico, entretenido, y sin duda, muy animado y participativo a medida que uno se introducía en él, llegó el momento de dar la bienvenida a las fiestas. Alcalde y concejales cedieron también al pregonero el honor de lanzar el primer cohete con el que se daba el pistoletazo de salida a estos festejos repletos de música, toros, actos religiosos y deporte, entre el sinfín de actividades previstas.
En lo que se refiere al pregón, un Daniel Batanero preparado y con experiencia y arte, demostró saber y conocer esta tierra y supo llegar a las gentes que se encontraban en la plazas, que aplaudieron al son de la elevación de tonos los mensajes que quería compartir el pregonero.
No cabe ninguna duda de que este pregonero no decepcionó a los casareños ni tampoco a sus visitantes, pidiendo a todos el disfrute de estas fiestas, asegurando que “en El Casar nadie se siente forastero”, palabras con las que él mismo se identificaba y de las que quiso hacer partícipe a quienes ni son ni residen en este municipio pero si les gusta participar en sus festejos.
No se olvidó de ningún colectivo ni de ninguna edad, pero quiso tener un recuerdo especial para el casi medio centenar de peñas que sustentan la fiesta, para la afición taurina, y para todas sus gentes, en general.
El alcalde, Pablo Sanz, también manifestó su deseo de que estas fiestas transcurran lo mejor posible y que “la gente consiga desenganchar de los problemas de cada día”, animando a los peñistas y casareños en general, a disfrutar de ellas “por doquier”.
Los actos continuarán durante los próximos días repartidos por distintos puntos del municipio.
